Cómo sembrar Apio de semilla: Siembra, clima, Riego
Apium graveolens, llamado comúnmente apio, es una especie perteneciente a la familia de las apiáceas, de distribución cosmopolita
Tabla de contenido
Cómo sembrar Apio
El apio posee tallos estriados que forman una gruesa penca con hojas acuñadas. Toda la planta tiene un fuerte sabor acre, es decir, agrio. Aunque el blanqueo de los tallos en el cultivo hace que pierdan estas cualidades, adquiriendo un sabor más dulce y el característico aroma que al probarlo tiene un sabor diferente lo que lo convierte en un buen ingrediente de ensaladas y sopas
¿Cuándo se debe sembrar?
Se puede sembrar apio durante dos épocas, determinadas por los ciclos productivos:
En invierno , desde principios de julio hasta finales de agosto, haciendo los trasplante desde agosto hasta octubre En primavera , sembrando en semillero durante los primeros días de noviembre y haciendo los trasplantes durante enero y febrero.
¿Dónde cultivamos el apio?
Es un cultivo de clima templado, pero se adapta muy bien a diferentes niveles de luminosidad.
Así, puede crecer a pleno sol y a sombra parcial . De preferencia, se debe evitar el exceso de exposición al sol. Por lo que el apio no requiere de muchas horas de luz.
Es poco tolerante a las bajas temperaturas, por lo que se recomienda sembrarse en semilleros protegidos en interior.
Durante las primeras etapas de desarrollo deben evitarse los cambios bruscos de temperatura, de lo contrario, la planta florecerá más rápido.
Las temperaturas varían dependiendo las diferentes fases de cultivo:
En semillero : se requiere entre 17 y 20 ºC para la siembra y luego, de una temperatura promedio de 15 ºC para evitar la floración prematura. En campo : durante el primer tercio del cultivo, la temperatura ideal se encuentra entre los 16 y los 20 ºC. Posteriormente, se adapta a temperaturas inferiores, siempre y cuando no sean inferiores a 10 ºC.
Las temperaturas mínimas de 5 ºC producen apios quebradizos.
¿Cada cuánto se debe regar?
El apio debe regarse mínimo dos veces por semana . Durante el primer tercio del cultivo, el riego debe ser abundante y constante para garantizar un crecimiento uniforme y continuo.
El apio sufre estrés si hay escasez de agua en el suelo y es bastante exigente en cuanto a la calidad del agua.
Si el suelo sufre sequedad da lugar a un embastecimiento de los tejidos y, por tanto, a una pérdida de calidad.
Se puede regar tanto por riego localizado como por aspersión, que es el método más recomendado.
El apio es un cultivo de tierra húmeda, por lo que puede soportar condiciones de humedad en la tierra que otros cultivos no pueden.
Sin embargo, asegúrate de que el área que escogiste no sea propensa a inundaciones.
Considera que los riegos deben permitir que el suelo esté en un estado perfecto de humedad de tempero.
¿Cómo preparamos la tierra?
El apio no es demasiado exigente en suelos, siempre que no sean excesivamente húmedos.
Requiere de suelos profundos, para que su sistema radicular crezca con facilidad.
Crecen mejor en suelo ligeramente ácido con un pH de entre 6.0 y 7.0.
Es exigente en boro, y poco tolerante a la salinidad, tanto del suelo como del agua de riego.
Asociaciones favorables y no favorables del apio
Se asocian bien con las judías, las coles, los brócolis, los repollos, las cebollas, las espinacas y los tomates.
Si se siembra en conjunto con cebollino y ajo, éstos disuaden a los áfidos. Así mismo, la capuchina disuade a los insectos y pulgones.
No se recomienda sembrar con eneldo y maíz.
Te dejamos paso a paso lo que tenes que tener en cuenta para realizar tu huerta