Cómo plantar habas en el huerto
Las habas forman parte de los ingredientes de numerosos guisos. También se consumen en fresco, y su sabor mezcla de dulce y amargo gusta a mucha gente, aunque a otros no. Es un cultivo sencillo de grandes resultados y nosotros te vamos a enseñar como hacerlo. Si te gustan las habas y las consumes cuando es la época, ¿por qué no atreverse a cultivarlas?. Cómo plantar habas en la huerta? a continuación te lo mostramos
Tabla de contenido
Consideraciones del suelo al plantar habas
Suele crecer en una amplia variedad de suelos, por lo que las características del suelo no son prioritarias. Prefiere suelos arcillosos, con contenido en rico en compost. Su pH de crecimiento está de 7 en adelante. Por debajo consideraríamos que tiene exceso de acidez y habría que corregirlo. Antes de cultivarlas hay que hacer una labor profunda al suelo, y en ese momento se puede incorporar un abonado de fondo. Se hace la labor profunda debido a que las habas tienen un raíz central pivotante que profundiza bastante en el suelo. Estando mullido y volteado el suelo, la raíz crecerá sin problemas.
¿Cuándo y cómo sembramos las habas?
Si el invierno no es muy duro ( sólo algunas pequeñas heladas), se pueden plantar las habas en otoño y cosechar en primavera, pero si el invierno es duro (muchas heladas o nieve constante) es preferible plantar las habas muy temprano en primavera para cosechar a fines de primavera o a principios de verano.
Las habas se plantan directamente en el huerto o macetero definitivo. Se recomienda dejar remojando las semillas en aguas durante 24 horas, esto para ablandar la semilla y facilitar la salida de la pequeña planta.
En los huertos se hacen surcos , con alzada, de una profundidad de 8 cm, éstos deben ir separados a 60cm y dentro de lo surcos las semillas van separadas entre ellas por 15 cm. Para macetero basta con preparar una rica mezcla de tierra y compost y plantar nuestra semilla como a unos 6 cm de profundidad.
¿Cómo regar la planta de habas?
Hay que tener especial atención al drenaje del suelo, puesto que las habas no soportan los suelos encharcados, más bien los prefieren secos que filtren bien el agua. Pero ojo, no confundamos las características del suelo con las necesidades de riego, ¿no? En cuanto a eso, más vale exceso que defecto de agua, ya que suelen ser bastante sensibles a la falta de riego. En definitiva, queremos la tierra húmeda pero nunca que se quede encharcada en la superficie.
¿Cómo abonar las habas?
Junto con la labor profunda añadiremos una buena cantidad de compost, ya que en este caso cuanto más, mayor beneficio.
Consejos para su cuidado
Cuando las habas comienzan a crecer, es recomendable hacer un aporcado del tallo. Una azada es ideal para realizar la labor, y así aprovechas para quitar de en medio algunas malas hierbas que crezcan y dificulten el desarrollo de nuestras habas.
Recolección de semillas
Entre 90 (aparecerán las primeras habas y 120 días (su máxima recolección) podrás realizar la cosecha de habas. Lo conveniente es que, de cara a recoger simiente para el siguiente año dejes unas cuantas vainas secarse con la planta (quita el riego porque ya no hace falta). Una vez secas del todo, se extraen las semillas (habas) y se guardan para la temporada siguiente donde el ciclo se reiniciará.
Variedades de Habas
Muchamiel: variedad muy cultivada en la zona del mediterráneo. Es precoz y de vainas medias (15-20 cm).
Granadina: se suelen consumir en fresco. Suele tener semillas grandes y resiste bien el frío, aunque la producción no es del todo buena.
Sevillana: de tallos vigorosos y sin ramificaciones. Variedad precoz y de gran altura. Presenta vainas grandes (25-30 cm).
Plagas y Enfermedades más comunes
- Pulgones: Se puede combatir con jabón potásico durante las primeras horas de la mañana o por la tarde, al momento en que la planta no esté expuesta a la luz solar. En caso de tener una plaga persiste o abundante, tras la limpieza hecha con el jabón, puedes aplicar aceite de neem.
- Pulgón negro del haba: Suele acumularse en los extremos de los tallos. Se puede combatir despuntando los tallos a partir de la sexta flor, luego se pulveriza con jabón potásico y finalmente se aplica el extracto de neem.
- Trips del guisante: Se caracterizan por hibernar en el suelo como larvas. Una vez llegada la primavera afectan al cultivo del haba y los guisantes. Se puede prevenir colocando mallas alrededor del cultivo y eliminando periódicamente las malas hierbas y desperdicios. El jabón potásico y aceite de neem ayudan a combatirlo.
- Sitona: Escarabajo que se alimenta de las hojas. Durante su etapa larvaria causa una destrucción de los nódulos de Rhizobium, por ende, reduce la capacidad fijadora de nitrógeno de la planta. Se realiza pulverizaciones del follaje con insecticidas de contacto e insecticidas granulados en el suelo.
- Mildiu: Afecta a los cotiledones y primeras hojas. Se puede prevenir mediante la eliminación de malas hierbas y restos de anteriores cultivos. Es importante evitar el exceso de humedad y mejorar la ventilación de la planta. Las hojas afectadas se eliminan y se aplica azufre espolvoreado o extracto de cola de caballo.
- Roya: Ataca la parte aérea de la planta, donde produce la aparición de masas pulverulentas. Se trata mediante el uso de fungicidas.
- Botritis: Ataca a las hojas, aunque también puede afectar a los tallos y flores. Se caracteriza por la aparición de puntos de color rojo. Una enfermedad que es sumamente agresiva cuando las condiciones de humedad son las adecuadas.
Asociaciones
- Asociaciones favorables: Se asocian bien con plantas como las patatas, espinacas y lechugas.
- Asociaciones no favorables: Deben mantenerse alejadas del cultivo de liliáceas, formado por plantas como el ajo, puerro, cebolla, espárragos, entre otros.
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