Cómo cultivar tomillo en el huerto 【Guia 2024】✅
El tomillo pertenece a la familia de las Lamiáceas y a pesar de ser una sencilla hierba de crecimiento rastrero y de pequeño tamaño – no más de 40 cm- es ideal para aromatizar carnes, guisos, sopas y salsas debido a su intensidad. Su nombre científico es Thymus vulgaris y la mejor forma de obtener todo su potencial es frotándolo.
Tabla de contenido
Cómo cultivar tomillo en tu huerto
Las semillas de tomillo son muy pequeñas. Cuando cultivamos tomillo a partir de la semilla, debemos tener en cuenta que las tasas de germinación son bajas.
El tomillo necesitan de unas condiciones estables para germinar y, aún así, el proceso puede llevar más de un mes. Teniendo esto en cuenta, resulta más práctico y rápido usar un esqueje (no siempre podemos tener acceso a una planta adulta) o adquirir una planta pequeña de tomillo, y solo tendrás que preocuparte de trasplantarla en casa.
Aun así, aprendamos a cultivar tomillo desde la semilla.
- Prepara la maceta: usa un recipiente con la suficiente profundidad, ya que el tomillo desarrolla raíces bastante profundas. No elijas macetas con menos de 20 cm de fondo. Es necesario que el recipiente cuente con agujeros de drenaje, el tomillo no tolera el exceso de humedad en el suelo ni los encharcamientos.
- Prepara el sustrato: esta planta no resulta muy exigente. Una mezcla universal será más que suficiente, aunque si la enriqueces humus o compost, la harás más ligera y nutritiva. Es sumamente importante el drenaje del sustrato.
- Siembra o planta el tomillo: ahora siembra las semillas sin enterrarlas muy profundo y esparciéndolas de forma regular. Después riega con abundanciay con cuidado para no mover las semillas en esta primera vez. Después mantén la temperatura y la humedad hasta que germinen, siempre sin encharcar.
Cómo cuidar una planta de tomillo
El tomillo es una planta muy fuerte que requiere de pocos cuidados, pero como siempre, vamos a darte unas guías para que tu planta se encuentre siempre lo más saludable y bonita posible:
- El clima adecuado: el tomillo es una planta muy adaptada al clima templado mediterráneo seco, por lo que soporta muy bien la sequía y necesita pocos riegos. Cuando riegues tu tomillo, procura siempre no encharcar el suelo ni humedecerlo demasiado porque, como con la mayoría de plantas de este tipo, se pudriría ante el exceso de humedad.
- Enfermedades: estamos hablando, también, de una planta muy resistente frente a plagas y enfermedades, de modo que lo único que puede afectarle más son los hongos en caso de que sufra exceso de humedad.
- Sustratos y abonos: por todo lo ya expuesto, cuando plantes tu tomillo en una maceta, prepara un sustrato con buen drenaje y con una base de grava en el fondo. Podés aportarle algo de abono o fertilizante común o casero en verano si quieres darle una ayuda en los meses más duros, pero si vivís en un clima frío, no uses uno rico en nitrógeno o minerales, porque harían a la planta más débil frente a las heladas.
- Exposición solar: tu tomillo agradecerá además una exposición directa al sol, que lejos de dañarla la fortalecerá.
- La poda: es uno de los cuidados del tomillo más importantes, ya que de ello dependerá que se muestre vigorosa y siga desarrollándose. Debemos realizarla en otoño, cuando se marchiten las hojas. Con una tijera limpia, previamente desinfectada en alcohol, retiraremos las flores marchitas, las ramas secas y aquellas que crezcan torcidas. No obstante, no debemos excedernos, ya que una poda desmedida puede dañar gravemente la planta.
Problemas ¿Por qué se seca el tomillo?
Hay tres motivos principales por los cuales se seca el tomillo y todos ellos giran entorno a la deshidratación. A continuación te explicamos estos riesgos con más detalle
- Exceso de sol: si tu tomillo recibe mucho sol directo durante largas horas, es muy posible que se seque. Como hemos dicho, es una planta de clima mediterráneo aún así en ocasiones, un exceso de sol podría dañarla. Si ves que esto sucede, lo mejor que podés hacer es cambiarla de sitio para que le obtenga también horas de sombra.
- Falta de agua: el tomillo puede llegar a secarse por falta de agua. Una vez más, nos topamos con el problema de la deshidratación, así que si crees que no has regado suficiente tu planta, te recomendamos que lo hagas con más frecuencia para que pueda seguir desarrollándose fuerte.
- Plagas de pulgones: no es habitual que tenga éste problema pero vale la pena aclararlo. Hay varios tipos de pulgón que pueden plagar las plantas tanto de interior como de exterior. A grandes rasgos, lo que hacen estos insectos es chupar la savia de las plantas y, en consecuencia, producen que estas se sequen.
No dejes de leer nuestra guía completísima sobre plagas y enfermedades
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Te dejamos paso a paso lo que tenes que tener en cuenta para realizar tu huerta